”TU CASA, ES TU REFLEJO” Javier García
Un hogar que está sucio y lleno de desorden, no es un lugar feliz para vivir, tiene energía negativa, y las personas que viven en este entorno, se verán afectadas.
El desorden entorpece y estanca, haciendo muy difícil seguir adelante, en nuestros caminos.
El estrés de búsqueda de cosas, provoca ansiedad, deprime y trae confusión, por ello la importancia de tirar, o donar lo que ya no necesitamos, para dar un aire nuevo al hogar.
Tu casa es el reflejo de tu vida, y esto implica todo: “parte física, espiritual, sentimental, laboral, social y familiar.”
Recuerda siempre que hay un lugar para cada cosa, y cada cosa debe estar en su lugar, esto ayuda a estar en armonía, y repercute en un mejor flujo de energía.
Se debe hacer limpieza de casa y deshacerse o remodelar todo aquello que no nos haga sentir bien, para dejar paso a lo nuevo.
No se deben acumular cosas innecesarias, sacar de la casa todo aquello que no aporta nada, todo lo que no sirve, o ya no te gusta.
Al deshacerse de cosas que no aportan nada positivo, la casa pierde negatividad, gana espacio y es mucho más fácil de limpiar, que es algo importante. Hay que rodearse de cosas que nos gusten, que nos traigan buenos recuerdos, que nos motiven.
¡Tu casa eres tú…
como está tu casa, así estás tú!”
Nuestro hogar, es un reflejo de nosotros mismos, nos dice como nos encontramos en ese momento, si estamos estancados, rodeados de un montón de cosas que no nos aportan nada, y nos impiden ver o tener tiempo para las más importantes, se pierde tanto tiempo buscando las cosas, ordenándolas o quitándoles el polvo.
Simplifiquemos nuestra vida, y quedémonos con lo que verdaderamente merece la pena. Aligerar tu vida hace que te sientas más liberado. Tomar decisiones hace que te sientas más seguro y responsable. Regalar cosas te hace sentir desprendido y más generoso y ordenando tu espacio, te sientes más organizado y eficaz.
Es una forma de liberar espacio no solo físico, sino también mental, dejar espacio para que entren cosas nuevas, eso no significa tirar cosas que nos recuerden quién somos, eso también es importante tenerlo, los recuerdos son las raíces de quién somos, pero aquello que acumulamos que no nos aporta nada, sácalo de tu casa y de tu vida.
Una vez que se depuró todo lo que no necesitamos más, se debe seguir la rutina del orden y la limpieza para así mantener un ambiente agradable en nuestro hogar, con hábitos como:
–Tender tu cama, sin duda la habitación tendrá un aspecto más ordenado.
–Lavar los platos sucios al momento, para evitar que se acumulen.
–Sacar la basura diariamente, para evitar malos olores, o que rebalse.
–Volver a colocar las cosas en su lugar después de utilizarlas.
–Hacer limpieza de rutina diaria, sin caer en obsesión, frustración y que nunca disfrutes de la vida.
Un entorno ordenado, limpio y despejado, transmite alegría, paz y equilibrio, sin duda lo más lujoso de tu casa será el orden, recuerda que no es más limpio el que más limpia, sino, el que menos ensucia.
Un dicho de mi madre:
“Una casa puede ser la más humilde; pero si está limpia y ordenada, es un verdadero placer estar allí”.
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