Rocio Adame: De semblante serio pero a la vez sonriente y amable con todos. Por Javier García
Nunca falta, llega muy temprano y se va muy tarde, es de campo, es de oficina, es de largas juntas porque recibe a todos, no le gusta dejar nada para mañana pero a veces tiene que resignarse porque el día se fue.
De comisiones muy importantes en el Congreso pero sin descuidar a la gente que la llevó a representarlos desde su escaño. La quiere y respeta su amiga Marina y su equipo y la gente en su colonia, es una de las columnas más fuertes en su partido, representa realmente los ideales del mismo, ella sabe del alto grado de su encomienda, está conciente y enfocada en el crecimiento del Estado al cual ama totalmente.
Con su vista fija en las metas que se hizo, exigiendo un ritmo que le de resultados a la gente, se gana la confianza con horas de trabajo, análisis y acción, no alza la voz más su entonamiento es firme, su énfasis es justo al igual que su elocuencia. No hay escándalos ni llamaradas de petate, solo horas y horas de atención y concentración en la búsqueda de entregar buenas cuentas, resoluciones y crecimiento, con una visión integral que sume a todos para bien de todos.
-Llego de nuevo al Congreso, de nuevo esta en comisiones, luego atendiendo grupos ciudadanos, luego sale a entregar apoyos, salgo a comer, la diputada salió de nuevo a realizar gestiones, veo que regresa rodeada de otras diputadas que la buscan y le escuchan como una aliada y amiga, pasa rápido pero se detiene a saludarme, sonríe y me pide la espere, nos cae la noche, se me cierran los ojos, me manda a comer algo, regreso y me pasa de inmediato, me da la entrevista, me habla de los planes de desarrollo y crecimiento de la nueva Gobernadora, ya es muy noche, terminamos y ella me sonríe y canaliza para enseguida correr a otra reunión con ciudadanos que piden su atención sin estar en agenda, la veo irse escuchando a las personas que salen a su encuentro, quedamos de vernos en Ensenada, vendrá a entregar apoyos, atender al sector productivo y hacer gestión de nuevo.
Son las once de la noche, paso junto al guardia que me dice: esa diputada siempre se va con los que se van al último o es ella la última en salir, no sabemos como le hace, sonrió y me despido, me subo a mi carro rumbo a la Rumorosa, estamos en buenas manos.