“NO PISES LOS SÍMBOLOS”
¿Sabias que el gran matemático #Arquímedes murió asesinado por un soldado romano? Ocurrió a pesar de que existían órdenes de que no se le hiciese ningún daño, en el sitio de Siracusa (214-212 a. C.). Un ejemplo de lo que hasta hoy sigue ocurriendo, un elemento valioso para la humanidad, asesinado por una persona común y corriente.
“NO PISES LOS SÍMBOLOS”
Esas habrían sido las últimas palabras del inventor siracusano Arquímedes (c 287-212 a. C.) cuando trás la caída de su ciudad en poder de los romanos, un legionario, de tantos que recorrían la derrotada ciudad, lo mató en su búsqueda de botín.
Arquímedes fue uno de los científicos más célebres del mundo antiguo. Probablemente sea más famoso por su grito de ‘Eureka’ cuando se dio cuenta de que el nivel del agua en su tina de baño subió cuando se metió en ella. La mayor contribución de Arquímedes a las matemáticas fue su descubrimiento de fórmulas para las áreas y volúmenes de esferas, cilindros, parábolas y otras figuras planas y sólidas. Los métodos que utilizó anticiparon las teorías de la integración que se desarrollaron 1800 años después. También fue pionero en la ciencia de la hidrostática, el estudio de la presión y el equilibrio de los fluidos. El tornillo de Arquímedes desarrollado por él como un medio para elevar el agua todavía se utiliza con fines de riego en la actualidad.
Este genio murió de manera accidental ya que existía la orden de capturarlo con vida.
En palabras de Alfred North Whitehead:
“La muerte de Arquímedes a manos de un soldado romano es el símbolo de un cambio mundial de primera magnitud: los helenos, con su amor por la ciencia abstracta, fueron reemplazados en el liderazgo del mundo mediterráneo por los prácticos romanos.
Lord Beaconsfield, en una de sus novelas, definió al hombre práctico como un hombre que practica los errores de sus antepasados. Los romanos eran una gran raza, pero fueron maldecidos con la esterilidad que produce la practicidad. No mejoraron el conocimiento de sus antepasados y todos sus avances se limitaron a los detalles técnicos menores de la ingeniería. No eran lo suficientemente soñadores para llegar a nuevos puntos de vista, lo que pudo darles un control más fundamental sobre las fuerzas de la naturaleza. Ningún romano perdió la vida por estar absorto en la contemplación de un diagrama matemático”.