AsombrosofamiliaInteresante

Padres de algodón, hijos de cristal…

Actualmente, los padres se enfocan tanto en hacer de este mundo un lugar tan cómodo para sus hijos centrándose en que:

🍼Tengan todo lo que quieran

🍼No se esfuercen

🍼No se frustren

🍼No trabajen

🍼No encuentren dificultades

🍼No tengan que tolerar un NO

🍼No se enojen

🍼No sufran

🍼No caminen

🍼No se cansen

🍼No se ofendan

🍼No vean familiares enfermos ni asistan a funerales o entierros

🍼No tengan obligaciones

Esos hijos frágiles aprenden a:

👹Exigir sus derechos, sin cumplir con sus obligaciones

👹Satisfacer sus deseos inmediatamente

👹Manejar los tiempos de la familia

👹Decidir aún aquello para lo que no están preparados

👹Frustrarse y desmotivarse muy fácilmente

👹Exigirlo todo en grandes cantidades (dinero, afecto, atención…)

👹Chantajear

👹No tener capacidades para vencer las dificultades y superar obstáculos

👹No ser perseverantes ni esforzarse para obtener lo que desean

👹No conocer los límites

👹Ser frágiles y deprimirse con facilidad

👹No encontrar sentido a su vida ni descubrir su vocación

👹Esperar que todo lo hagan y resuelvan por ellos los “adultos”

Hemos críado una generación de CRISTAL que todo lo quiere rápido, inmediato y agradable;
niños y jóvenes acostumbrados a los estímulos constantes, la gratificación instantánea y la recompensa inmerecida, “adultos” que no se sienten aptos para la vida… Son los hijos de una generación de padres, maestros, abuelos… de ALGODÓN: blandos, sobreprotectores y temerosos que estamos fallando para forjar adultos templados para la vida real.

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