RESIDENTES DEL PORVENIR SEÑALAN QUE VINÍCOLAS SE ROBAN AGUA DE SU POBLADO, ANTE LA COMPLICIDAD DE CONAGUA.
Ande pues!!!
Esta grave el señalamiento.
Aseveran que empresas represan agua 24/7 en sus lagos artificiales, aunque exista veda.
ENSENADA, Baja California.- “Nosotros tenemos que pagar pipas. Aquí hay más pipas que caballos”, expresa Gregorio, residente del ejido El Porvenir.
Sus vecinos sostienen una manta que pide al presidente Andrés Manuel López Obrador que intervenga, para que las vinícolas dejen de robarse el agua de su poblado, acción en la que, señalan, tienen la complicidad del Organismo de Cuenca Península de Baja California de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y su titular, Francisco Alberto Bernal Rodríguez
Este martes, se manifestaron ante el lago artificial del cual se abastace la vinícola El Cielo. No es el único que existe. Refieren que otras empresas, como Las Nubes, Carrodilla, La Lomita, Cielo o Monte Xanic, hacen lo mismo.
“Dicen (las vinícolas) que estos grandes represos se llenan con las lluvias. Y es un engaño. (En este lago) se puede apreciar, claramente, como está uno de los cuatro tubos vertiendo el agua en este gran represo, con chorros constantes, las 24 horas. Y eso es lo que nos queda muy claro: que agua para el poblado no hay, pero ellos si llenan sus represos”, expresó Rafael Romo, presidente del ejido, ante el lago artificial de El Cielo.
Los pobladores indicaron que esas acciones transgreden el Artículo 12 constitucional, que ordena primar el consumo humano y doméstico, sobre cualquier uso comercial.
“Con medio lago de estos, tenemos nosotros para seis meses (de abasto) en el poblado”, manifestó Romo.
Y añade: “(Las autoridades de la Conagua) acaban de poner en veda el agua en el manto acuífero del Valle del Guadalupe, pero la veda nada más esta para la gente que está viviendo en el pueblo, no para las vinícolas”.
Gregorio secunda: “Hay mucha gente que viene y ve el hermoso valle pero es hermoso en las vinícolas, en los restaurantes, pero, tristemente, llegan al poblado, y se ven las carencias que tenemos aquí, porque la ayuda está centrada en los grandes empresarios”.
Indica que el costo de una pipa es de entre mil y 2 mil pesos en otoño e invierno, pero en verano aumenta, según exista demanda, lo cual es insostenible para los residentes del lugar.
“A ojo del amo, engorda el caballo”, recordó el líder ejidal al presidente López Obrador, por lo cual pidió “que se dé cuenta que sus funcionarios”, como Bernal, “no están haciendo las cosas como se deben hacer”, solicitándole que ordene a la representación de la Conagua y su titular, que dejen de ser cómplices del robo de agua que efectúan las vinícolas.