¿Recuerdas a esa persona que te causó daño sin razón aparente?
¿A esa persona que no pudo verte brillar porque le carcomió la envidia?
¿A quien te puso en mal y fingió que no había hecho nada?
¿Que envenenó a los demás para que también te odiaran?
¿Qué inventó cosas que nunca hiciste y dijo cosas que nunca dijiste?
Bueno, mejor tenle compasión, ¿sabes por qué?
Porque esa persona aunque se vea normal por fuera, realmente está pudriéndose por dentro.
Parece una locura pero es verdadero,
comprendí que la gloria humana es pasajera y al final todo cae por su propio peso y vaya que así es y así será por siempre”.
Qué tu brillo nunca se opaque con las habladurías, ni tu corazón se ponga triste por la envidia de la gente, porque es el universo quien te cuida y te bendice.
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