No les gusta pagar a los empresarios de el Valle de Guadalupe
Vaya vaya, dicen que la caca siempre termina flotando cuando el agua llega hasta el cuello.
Todos sabemos que en el Valle de Guadalupe hay mucho farol, por gente que presume de mucho billullo pero que al final es pura apariencia porque todo lo deben.
Ahí en La Ruta del Vino hemos visto cómo de la noche a la mañana se han levantado grandes desarrollos inmobiliarios, hoteles, restaurantes, casas vinícolas y otros negocios que nomás benefician al dueño porque así que digamos mucha derrama económica nomás no dejan.
Pa empezar en la etapa de construcción no pagan ningún permiso, se la avientan a la brava.
Con la justificación de las bondades de la región los disque empresarios buscan arbitrariamente la reducción de gastos al máximo, pagando sueldos miserables a los trabajadores de la construcción.
Por años se han aprovechado de la necesidad de albañiles, chalanes, maistros, herreros, carpinteros, electricistas, plomeros, porque les pagan súper bien poquito.
Cuando abren los negocios, muchos de ellos tampoco sacan sus permisos para la venta de vinos y cerveza artesanal y comienzan a operar así como Juan por su casa.
Muchos ponen sus restaurante también sin permiso, dando precios súper elevados, casi inalcanzables para la gente de Ensenada.
Contratan al personal mínimo, muchas veces sin prestaciones, con sueldos también miserables.
Muchos empresarios de El Valle nomás son puro “Vengame Vengame “, es decir puro pa acá y nada pa allá, no quieren pagar agua, no quieren pagar predial, no quieren pagar nada.
Les duele pagar publicidad, les duele pagar seguro, les duele pagar seguridad, quieren puro apoyo a fondo perdido, eso les encanta.
El alcalde Armando Ayala ya los exhibió de morosos y malas paga, como gente que no respeta la Ley, que no entienden de legalidad, que no entienden que en la cadena productiva todos tenemos que ganar, no solo ellos.
En el Valle debe haber una revisión exhaustiva por parte de las autoridades de todos los rubros, incluyendo la Procuraduría Federal del Consumidor que regule los precios, porque qué bárbaro, en algunos lugares está carísimo y bien malo, así como son ellos: malos pa pagar.
Escrito Por el Zancudo
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