El fraude de las sectas comerciales
El fraude de las sectas comerciales
La Estafa Piramidal (no te dejes engaƱar)
Las empresas de venta directa con sistema piramidal, movilizan millones de dĆ³lares que van a parar a manos de unos pocos. Hoy podrĆan estar trabajando mĆ”s de 500 mil personas, que ante la necesidad de empleo, depositan ciegamente sus esperanzas en ellas. CĆ³mo daƱan econĆ³mica, psicolĆ³gica y fĆsicamente a la gente.
El sistema de venta piramidal no es nuevo, tuvo sus orĆgenes en la dĆ©cada del ā50, cuando una persona descubriĆ³ que podĆa armar una red de distribuidores de productos, que trabajaran en beneficio propio y a su vez le reportaran comisiones. Esta modalidad comenzĆ³ a extenderse geomĆ©tricamente, y en los aƱos ā60 se instalĆ³ en Argentina la empresa Bestline que comercializaba detergentes. Al igual que todas las empresas que poseen el mismo sistema, la idea es mas o menos la siguiente: a partir de un producto cualquiera, una persona forma un grupo de vendedores, que no sĆ³lo se encargan de comercializarlo, sino que tambiĆ©n pueden formar a su vez a mas vendedores que estarĆ”n a su cargo, y de cuyas ventas el distribuidor que los nuclea cobrarĆ” una comisiĆ³n predeterminada, y asĆ sucesivamente. Existen empresas que enmascaran el mĆ©todo de venta llamĆ”ndolo ānetworkā o āpor duplicaciĆ³nā, pero un breve anĆ”lisis de los diferentes planes de marketing de las compaƱĆas, arroja siempre el mismo resultado; ni mas ni menos que venta piramidal.
Para ingresar al sistema, el aspirante a distribuidor, deberĆ” firmar un acuerdo, comprar una suma determinada de productos, y comprometerse a alcanzar las metas que se ha propuesto. Al comienzo los costos no son muy significativos, pero conforme avanza la actividad, llegar a las metas implica un desembolso cada vez mayor, que nunca se condice con los ingresos prometidos.
LAS REUNIONES DE NEGOCIOS
Hace unos aƱos, Elena atravesaba junto a su familia por una difĆcil situaciĆ³n econĆ³mica. Enterada de esto, una amiga suya le propuso conocer un āexcelente negocioā, y asistir a una reuniĆ³n de presentaciĆ³n. Al llegar, fue calurosamente recibida por la concurrencia, hasta que llegĆ³ una persona que, dueƱa de una gran locuacidad, se ocupĆ³ en brindar los
detalles del sistema. Los asistentes festejaban matemĆ”ticamente sus dichos y ocurrencias, mientras en una pizarra desarrollaba complicados grĆ”ficos explicativos. La conclusiĆ³n era que uno podĆa consumir o vender los productos presentados, pero el ānegocio con mayĆŗsculasā consistĆa en armar una red de distribuidores de los mismos.
Estas escenas se repiten a diario en numerosos puntos del paĆs, con empresas de distinto nombre pero que utilizan los mismos mĆ©todos.
Estas reuniones tienen como objeto no sĆ³lo vender el producto, sino captar nuevos distribuidores para la cadena de comercializaciĆ³n, en una palabra, para ampliar la pirĆ”mide.
LAS EMPRESAS
Se estima que en la actualidad hay por lo menos cinco empresas operando con este sistema de ventas, pero podrĆan ser muchas mĆ”s. Las mĆ”s conocidas son Amway que comercializa desde productos de limpieza hasta juegos de ollas; Apriline que distribuye una lĆnea de aloe vera; Conocer que tambiĆ©n trabaja una lĆnea de limpieza; Forever que hace lo propio con productos varios para la belleza, e incluso han agregado batidos dietĆ©ticos e infusiones varias; y por Ćŗltimo la conocida Herbalife, que posee un catĆ”logo de suplementos dietarios (ver recuadro). Los planes de marketing, si bien se esfuerzan en demostrar lo contrario, son mĆ”s o menos los mismos en todos los casos, y las similitudes se extienden a la estructura de las reuniones, la realizaciĆ³n de los eventos, y al control psicolĆ³gico que se opera sobre los vendedores.
Cuando llegan a un paĆs, se preocupan en primera instancia de convocar a profesionales, para darle prestigio a la firma.
Paralelamente organizan importantes reuniones en las que invitan personalidades reconocidas que asisten con cualquier excusa. De este modo, las empresas obtienen promociĆ³n extra y reputaciĆ³n de prestado.
Sin embargo, en poco tiempo mĆ”s los nombres de estas compaƱĆas podrĆan no ser muy significativos, ya que aparecen y desaparecen casi como por arte de magia. Es usual que cada tanto, un miembro importante de la empresa descubra el verdadero negocio, forme una nueva compaƱĆa que comercialice cualquier producto y convoque a los distribuidores a participar del nuevo emprendimiento, tentĆ”ndolos con promesas de mayor progreso.
El caso de Bestline es paradigmatico: cuando llegĆ³ a la Argentina, armĆ³ una importantĆsima estructura de mas de ochenta sucursales en todo el paĆs, vendiendo detergentes. En un momento dado, el presidente de la compaƱĆa en la Argentina formĆ³ la suya propia llamada Performance, que con el mismo grupo humano (cada vez mĆ”s extendido), pasa a vender artĆculos de bijouterie. Con la estructura ya armada, el segundo en la pirĆ”mide, seguro del Ć©xito fĆ”cil, formĆ³ Surprise, junto con su compaƱĆa āhijaā, llamada Relevance que vendĆa artĆculos de limpieza y perfumerĆa. Con el tiempo, fueron naciendo y muriendo del mismo modo empresas como Leiton, Amorouse, Mickers etc. En todos los casos, se tomaron grupos de personas adiestradas adecuadamente, y con sĆ³lo cambiar el producto, reproducĆan la cadena.
LOS PRODUCTOS Y LA GENTE
A partir de estas premisas, casi cualquier artĆculo es comercializable.
Utilizando el mismo sistema, se han vendido dentĆfricos, baterĆas de cocina, lĆneas de belleza, alimentos dietĆ©ticos etc; incluso en los Estados Unidos, se comercializan desde automĆ³viles hasta computadoras personales. Lo destacable de todo esto, es que en realidad no importa demasiado quĆ© es lo que se venda. El capital realmente grande que manejan estas empresas, es la gente que trabaja para ellas. Desde que ingresan en la compaƱĆa, son objeto de un intenso bombardeo psicolĆ³gico que apunta a tener una āmentalidad positivaā, y a internalizar la idea de que uno puede y debe cumplir sus āmetasā, es decir vender bien el producto en cuestiĆ³n, y motivar adecuadamente a los distribuidores a cargo para que hagan lo mismo.
Pero el adoctrinamiento y la manipulaciĆ³n no terminan en las reuniones.
Se instiga a la gente a capacitarse permanentemente, leyendo los ālibros de la carreraā, asistiendo a los eventos, y escuchando los casetes en los que tal o cual miembro prominente de la firma, relata minuciosamente la manera en la que pasĆ³ de ser un mediocre oficinista a un exitoso hombre de negocios. Hay otros en los que el presidente de la compaƱĆa brinda consejos y motiva a sus miembros.
āGASTOS ADICIONALESā
Por supuesto todo este adoctrinamiento implica nuevos desembolsos, considerados indispensables para obtener el Ć©xito deseado, y si bien adquirirlos no le suma puntos al vendedor, le significa un importante desembolso monetario. Vale citar como ejemplo que un casete cuesta aproximadamente 7 pesos, y se recomienda escuchar no menos de uno por semana. Desde ya que escuchar mas, ira en directa proporciĆ³n al Ć©xito pretendido, con lo que existen vendedores que se jactan de poseer āmas de 400 casetesā, lĆ©ase unos 2800 pesos de āinversiĆ³nā.
Hace unos meses, en el polideportivo de Mar del Plata donde se hicieron los Juegos Panamericanos, tuvo lugar una convenciĆ³n de Anway en la que la concurrencia, llegada de distintos puntos del paĆs en micros de larga distancia, colmĆ³ las instalaciones. Este āevento de entrenamientoā, al igual que muchos otros que se realizan a lo largo del aƱo calendario de la empresa, tenĆa un costo no menor de 150 pesos por persona, que sĆ³lo cubrĆan la asistencia al mismo, no asĆ los pasajes ni la estadĆa.
Existe paralelamente, un amplio catĆ”logo de merchandising que incluye desde los pines distintivos de la firma, las listas de precios, hasta los atriles y pizarras para llevar a cabo las reuniones (el juego completo no baja de 200 pesos), todos ellos considerados āimprescindiblesā para el negocio. Dadas las caracterĆsticas del sistema, los ingresos devengados de las ventas suelen ser muy magros, y si a esto le sumamos (o restamos) estos costos adicionales, el resultado final es siempre negativo.
AdemĆ”s, la Ćŗnica forma de subir en el escalafĆ³n de la compaƱĆa, es haciendo inversiones cada vez mĆ”s importantes, para a su vez poder vender mas, y de este modo obtener una bonificaciĆ³n supuestamente mas cuantiosa. AĆŗn asĆ, cuando uno alcanza un puesto mĆ”s alto, se le informa que āahora es dueƱo de su propio negocioā, y desde ese momento debe hacerse cargo de gastos mayores, como organizar viajes, seminarios, citas telefĆ³nicas etc.
Lo comĆŗn es que un ādistribuidor exitosoā tenga a fin de mes gastos por $3000, e ingresos por sus ventas menores a los $100.
PrĆ”cticamente todas las personas que ingresan al sistema, sufren graves perjuicios econĆ³micos. Pero no es Ć©ste el Ćŗnico problema que puede ocasionar.
LAVADO DE CEREBRO
Los mĆ©todos de adoctrinamiento (seminarios, casetes, eventos, convenciones etc.), apuntan directamente a moldear la psiquis del distribuidor de turno. Cabe aclarar que por este motivo en Europa estas empresas son consideradas āsectas comercialesā, ya que la manipulaciĆ³n psicolĆ³gica a la que someten a sus miembros para motivarlos, es calcada a la que utilizan los grupos sectarios.
Los que ingresan a la cadena, tienden a cambiar drĆ”sticamente su personalidad, hĆ”bitos de vida, amistades y hasta comienzan a utilizar modismos de lenguaje propios del grupo al que pertenecen. Expresiones como āfantĆ”stico ante cualquier suceso beneficioso, o āhay que cerrar el paso a lo negativoā, son de uso frecuente entre ellos. Cuando una persona de afuera, intrigada por el cambio operado en el individuo le sugiere que le han lavado el cerebro, la respuesta refleja del aludido es āme lavaron el cerebro porque lo tenĆa muy sucioā.
A tal punto suele llegar la obnubilaciĆ³n, que la persona se aparta de sus amistades habituales y aĆŗn de su familia. La hija mayor de Nilda, de 35 aƱos de edad y madre a su vez de tres niƱos, entrĆ³ a una de estas empresas hace dos aƱos, āā¦en un momento difĆcil de su vida matrimonial, sea falta de dinero y otras cosas, fue presa fĆ”cil de estos, llamĆ©mosle seƱores, que engaƱan y lavan el cerebro con su casete y literaturaā¦ con decirle que el aƱo pasado me llamĆ³ por telĆ©fono para ver si yo querĆa productos para completar pedidos y llegar, como usted sabrĆ”, al famoso 21% (porcentaje mayor de bonificaciĆ³n); celebraba ese dĆa mi cumpleaƱos y ni se acordĆ³ porque su mente estaba obstruidaā. Nilda tambiĆ©n contĆ³ amargamente como su hija ya le habĆa perdido el respeto, llegando a insultarla, y la forma en la que abandonĆ³ a sus hijos dejĆ”ndolos a su cuidado.
Se cuentan por centenares, los casos en que un integrante de la pareja ingresa al sistema y el otro no, lo que determina casi matemĆ”ticamente la disoluciĆ³n de la misma. Cuando el miembro es un hombre, le argumentan que debe āponerse los pantalonesā y olvidarse de las crĆticas de su mujer, y a la inversa, inducen a la mujer a pensar que el marido āesta celoso de su Ć©xitoā y que āno la quiere dejar crecerā. AsĆ la gente tiende a apartarse de sus seres queridos, y encerrarse en el grupo que comparte su actividad. Este alejamiento es permanentemente alentado por los miembros prominentes de las compaƱĆas. Jim Rohn, lĆder de Herbalife, publicĆ³ en uno de sus muchos cuadernillos: āLa prĆ³xima vez que alguien venga a arrojar inmundicia a su cerebro, usted debe aprender a decir āgracias, pero no graciasā¦ā recuerde, ellos tal vez no proveen, como usted, su futuro mejor. AsĆ que, nĆŗmero uno, cierre el paso a lo negativo. Tenga mucho cuidado con lo que piensaā.